Este fin de semana desempolvamos las sillas vaqueras y, gracias a José Manuel que nos dejó ir de paquetes, nos fuimos a mover una manada de vacas por Sierra Nevada.
Si mover vacas, incluso aunque sean mansas, requiere montar medio bien en cualquier tipo de situación, en este terreno la cosa se complica.
Ese es Figo, también con su cabezada y hierro vaquero. Llevaba mucho tiempo sin ponérselos.
Haciendo una parada para juntar las reses. En la foto se ve a Curro y Rebujito. Los dos estuvieron a la altura.
Siguiendo la vereda camino de la Loma de los Papeles.
Una parada para comer en el Corral de Las Cunas
Y seguimos Sierra arriba, con gran esfuerzo de vacas, caballos y jinetes.