Tenemos un niño y nos gustan los caballos. O incluso puede que tengamos caballos y montemos regularmente. O hasta puede que nos dediquemos profesionalmente a los caballos, como es mi caso, y queremos enseñar a nuestro hijo. En cualquier caso, en España, con los ponies lo tenemos complicado.
Empecemos por el caso más frecuente: quiero que mi hijo monte a caballo desde niño y no sé por dónde empezar. Por desgracia, querido padre, no tengo solución para ti. En España cada vez más hay un creciente número de escuelas de equitación, algunas de ellas con ponies y otras Pony Club (de esto hablamos otro día). Sin embargo yo no soy la persona adecuada para aconsejarte. No me gustan la mayoría de hípicas ni escuelas de equitación en las que he estado (en algunas de ellas como alumno). Creo que hay muchísimo por mejorar de cara a la formación de los alumnos, ya no hablemos si los alumnos son niños. Es más, en un radio de 100km no hay ninguna escuela a la que yo vaya a llevar a mi hijo, le enseñaré yo, aunque sea un negado, antes que ponerlo en las manos de los que conozco. Existen escuelas buenas. Por desgracia a mi me falta rodaje en este tema. Una vez estuve en Sevilla en Equitación Espigares y me gustó lo que ví. Lo que observé allí con los ponies me encantó. Me parece que daba las clases aquel día Cristina y me quedé enamorado de cómo hacía las cosas con los niños. Quien los tuviera más cerca. Si encuentras un sitio adecuado, es una solución muy a tener en cuenta. Los profesionales lo son por algo. Es imposible que un amateur haga mejor el trabajo que un profesional.
Vayamos al caso siguiente: tenemos caballos propios y montamos regularmente. Esto nos asegura que algo, aunque sea poco, sabemos de caballos. Si pensamos que todos los ponies son malos, o que tu niño debe montar caballos grandes, entonces no sigas leyendo, no sabes tanto de caballos como creías. Nos vamos a encontrar un campo de minas para enseñar al niño, problemas infinitos. Enumeraré algunos: falta de tiempo para enseñar al niño, falta de ponies domados y prácticamente imposibles de encontrar, falta de tiempo para educar al pony, falta de conocimientos y de dónde adquirirlos… ¿Continúo?
Y vamos al último caso: nos dedicamos profesionalmente a los caballos y queremos enseñar a nuestro niño. A algunos con suerte les enseñaron sus padres y seguirán el sistema familiar. En la gran mayoría de ocasiones no es ese el caso, y aunque te dediques a esto, normalmente sabrás poco o nada del tema de los ponies. Incluso aunque tengas una escuela de equitación, puede que no tengas ni un sólo pony en ella. ¿Y los materiales? ¿Y la experiencia? ¿Y a quién preguntas?
Los ponys en España son un problema. Los padres que nos metemos a toreros solemos terminar corneados (espero que no en mi caso). Si puedes encontrar una escuela que transmita los valores que tú quieres para tu hijo y tienen profesionales en ella, no lo dudes. Si eres un padre con caballos o que se dedica a esto y quiere hacer de profesor de su hijo, este es tu rincón. Aquí vamos a intentar sobrevivir a la experiencia de enseñar a tu propio hijo con un pony.