El otro día recibimos la visita de una familia totalmente internacional y, además, buenos jinetes.
Los caballos los puse de acuerdo a las habilidades y tallas de los jinetes y marcharon perfectamente.
Al llegar arriba la tormenta venía apretando desde el suroeste y nos dimos la vuelta sin mojarnos demasiado. En la foto, detrás de la niebla, el Veleta.
Agradecer a las niñas y a la familia al completo su visita. Con gente así da gusto.