Montar con mal tiempo. No es que uno lleve toda la vida montando. Además yo soy muy ignorante. Hablo desde mi corta experiencia de unos años montando en Sierra Nevada. Todas las fotos son mías, así como las mentiras descritas 🙂
Yo cada vez estoy más convencido de que en la equitación en España hay pocos deportistas. ¿Por qué? Un deportista que practica su pasión al aire libre lo hace en cualquier condición meteorológica, es más, tal vez por eso le gusten los deportes al aire libre. En mi caso, si decido montar a caballo, nada va a conseguir impedírmelo. Por supuesto que sería de tontos el hacer una ruta demasiado larga con mal tiempo a sabiendas, o no cambiar a una ruta más fácil poniendo en peligro la seguridad. Pero no porque caigan cuatro gotas dejo de montar.
Además hay otro grave problema: no hay libros ni a quién preguntarle. La gente raramente monta como deporte o aventura y ya casi no quedan vaqueros (los auténticos conocedores de lo que es montar en cualquier condición y terreno) y cuando das con alguno el hombre hace lo que puede y mira con envidia tus botas.
Bueno, pero empecemos. Lo voy a dividir en dos partes:
a) Montar en el exterior, pero en una pista o similar y dejar de montar cuando llueve. Es el caso de los niños del club, niños cuyas edades desde 6 años los hace blanco fácil del frío. En este primer caso sólo voy a hablar de lo que no considero llevable, concentrándome en lo que llevar en el siguiente apartado.
Los montañeros saben que los tres puntos donde más calor se pierde son: cabeza, brazos y piernas. Estos tres puntos deben estar muy protegidos. Además, en equitación, dada la rigidez, los pies y el congelamiento de los dedos es un punto crítico.
Las botas de plaśtico no sirven para el frío. Si quieres que se te congele el pie es la forma más rápida de lograrlo. Como además te suden los pies, directamente se te congelará el sudor dentro de la bota.
Los guantes baratos no están a la altura. Hay guantes de muchos tipos, y no es casualidad. Cada uno sirve para una cosa. En equitación, además, tienen que permitirte trabajar con ellos: apretar equipo, hacer nudos y, sobre todo, que notes contacto con las riendas. Los guantes baratos no están a la altura, o bien no protegen ni siquiera del frío o bien son demasiado gruesos y no son usables (como llevar guantes de esquí).
Ahora nos queda la cabeza. Llevamos el casco y deberíamos llevar una chaqueta de cuello alto o en su defecto una buena bufanda como la de arriba. Para los muy frioleros y los que lo soporten yo recomiendo un pasamontañas u orejeras, o una de esas bandas para taparse las orejas.
El resto de cosas, en este caso, no es tan complicado. Calcetines calientes, incluso con packs calentadores, unos pantalones de montar (breeches) de invierno y chaquetas de diferentes grosores.
b) Una ruta larga de varias horas o un día. Ruta larga de una semana. Preparado para cualquier tipo de inclemencia meteorológica en cualquier época del año y por terreno donde puede nevarnos.
Vamos a por lo realmente complicado. El mismo enunciado ya parece una aventura. Montar y estar resguardado sean cuales sean las condiciones meteorológicas.
Aquí, por suerte o por desgracia ya he hecho mi mili, con diversas aventuras. La cosa, por supuesto, se complica si el jinete está gordo y/o suda mucho, pues la transpiración será mayor enemigo que el agua o la nieve.
Empecemos por los pies.
El problema es complejo: para una ruta larga hace falta un calzado cómodo, con el que puedas andar un par de horas por un pedregal, resistente a la lluvia y al agua y que mantenga el pie caliente. Además, si es impermeable, debe ser transpairable. Ya son muchos requerimientos, por ejemplo, nada de plástico ni cosas baratas, incluso nada de botas altas, aunque sean de cuero y de las caras. Yo nunca he tenido botas altas caras, pero no creo que se deba andar muy bien por la montaña con ellas. O sea que yo me decanto por botín + polaina.
Aquí hay dos tendencias: piel o sintético. Antiguamente sólo había la opción de la piel: un buen botín de piel, bien engrasado, es impermeable y transpirable, además de cómodo. Es una opción que yo nunca he probado pues no llevo nada de piel y creo que si te pones alguna cosa de piel, debes llevarlo todo de piel (no me gusta el botín de piel con polainas sintéticas). Alguna vez, por no tener otro calzado he montado con botas militares altas, bien engrasadas, y la verdad es que me ha ido bastante bien.
Entonces hablaré de botines sintéticos o con mezclas de piel, como el de arriba, que es un Ariat (parece ser una de las mejores marcas del mundo, en España apenas se ve, ese modelo no se comercializa en España). Son botines impermeables y transpirables, muchos de ellos con Gore Tex y capas de Thinsulate. Las suelas están diseñadas para montar muchas horas y van bastante bien andando. Usan suelas antideslizantes en muchos casos. Son caros (unos 200€) pero merecen la pena. A ver si Ariat me regala unos para probarlos 🙂
Mucha gente usa botas de montañismo: aunque es una opción aceptable, que yo mismo practico en la actualidad, no la recomiendo por el peligro de quedar estribados, porque son botas pensadas para ser cómodas al caminar, no al montar y en general son realmente pesadas. Yo a día de hoy uso unas botas de montañero altas, de GoreTex y que van bien contra fío, lluvia y charcos… En esto de las botas he de hacer una confesión: en las excursiones largas yo llevo dos pares. El motivo son los malos tragos que he pasado, hace tiempo es una ruta larga pasamos un río, congelado, a pie. Por supuesto no iba a quitarme las botas: me pasé los dos día seguientes con el pie congelado y chorreando y maldiciendo mi falta de previsión. Desde entonces, aunque ocupen mucho, llevo un segundo par de botas, totalmente protegidas del agua, por lo que pueda pasar. Fue lo que me pasó el día de la foto de abajo, aquella vez no me paso nada por llevar botas de recambio y ropa totalmente seca para cambiarme en cuanto llegué a destino.
Capítulo aparte merecen los calcetines. Yo siempre he usado calcetines buenos, aunque se que hay calcetines térmicos que son mejores. Por supuesto no servirán de nada si la bota no es transpirable. A ver si empiezo a probar los calcetines de montar caros este año.
Sigamos con las manos: los guantes
Si queréis sobrevivir, olvidaos de los guantes baratos. Unos buenos guantes os pueden costar 100€. Hace ya mucho tiempo que los alpinistas y navegantes resolvieron este problema, nos llevan años de ventaja en equipo. Yo me compraría sin dudarlo unos guantes North Face o similares, de dos capas (dos en uno). El interior es un guante de Thinsulate, muy abrigado, pero que no es impermeable. El exterior es un guante largo de GoreTex, 100% impermeable y transpirable. Además notarás las riendas con ellos. Si no llueve, no necesitarás la segunda capa normalmente.
Si seguís leyendo, debe ser porque os interesa el tema.
La ropa de la parte superior: chaqueta
Aquí realmente hay mucha controversia. Mucha gente (y muchos libros) recomiendan ponchos y-o gabanes. Uno de los motivos por los que los defienden es porque se cubre a la vez las piernas del jinete, la silla y parte de la carga. Hay gabanes y ponchos de todos los modelos, pero, sobre todo los ponchos, por regla general, no son transpirables. Para rutas suaves (como el Rocío) pueden que vayan bien, para mi gusto no están a la altura si de verdad hace mal tiempo, si la persona transpira mucho y, sobre todo, si hace mucho viento. Yo estuve a punto de tener un accidente por culpa de un poncho y una ráfaga de viento inesperada, caballos asustado, paso peligroso… Aquella vez escapé bien, pero no va a volver a pasarme. O sea, que como resto de equipo yo recomiendo chaqueta de GoreTex y similar y pantalones con pecho y tirantes también de GoreTex. ¿Qué pasa? Aquí el presupuesto se dispara y hay que gastarse un pastizal en dicho equipo. La chaqueta que yo llevo ahora tienen una membrana y no va demasiado mal. La compré de oferta en unos grandes almacenes. Tiene detalles técnicos (termosellados, bolsillos calientes, colgadores para cosas, puños para evitar que entre el agua, capucha de verdad, reflectantes…) En general estoy contento con ella, a ver si Trango se apiada de mí y me regala una de sus magníficas chaquetas de alpinismo de GoreTex. Si eres un gordo sudoroso como yo lo que te congelará será tu propio sudor, no compres nada que no sea muy transpirable.
Lo cierto es que aún no la he probado en clima infernal: veredas complicadas, agua nieve con rachas de viento, temperaturas como para congelarse. Espero no tener que probarla en breve.
Respecto a lo que hay que llevar por debajo de la chaqueta hay que seguir la teoría de capas que usan los montañeros, prendas transpirables, técnicas y forro polar. Con eso iréis bien y protegidos de vuestro propio sudor. Yo siempre me compro camisetas interiores Aigle por lo bien que van, a pesar de la barbaridad que cuestan.
La controversía de gabanes y ponchos me perseguirá por siempre. Mi opinión actual es que eso estaría muy bien hace 50 años, pero hoy día las prendas deportivas técnicas han sufrido una evolución mucho más rápida que la ropa específica de equitación. Tal vez porque hay poca gente lo suficientemente loca como para montar en estas condiciones.
Lo último: los pantalones
Bien, ya lo llevamos todo impermeable y transpirable. Los pantalones deben ser lo mismo, con el añadido de que para montar necesitamos libertad de movimientos (al igual que en el alpinismo). De nuevo me iría a pantalones de GoreTex, que tal vez colocaría con un pantalón interior transpirable. Es una zona crítica: el agua que chorrea de la chaqueta no puede calar y, menos aún, la que chorrea de los pantalones no se nos puede meter en el interior de las botas. El conjunto debe ser totalmente estanco y hermético.
Correciones, insultos y demás en los comentarios 🙂